Por ProSaludMedia 
El toque del shofar tiene un efecto psicológico profundo que va más allá de su sonido físico. Estudios y reflexiones en el campo de la psicología de la religión y la neurociencia sugieren que su impacto se debe a su naturaleza simbólica, su imprevisibilidad y su capacidad para activar respuestas emocionales y cognitivas. No se trata simplemente de un «ruido,» sino de un sonido con una rica historia y un propósito específico.
1. Un Llamado al Despertar y la Introspección
El shofar es, ante todo, un «llamado a despertar». Simbólicamente, insta a las personas a salir de la apatía espiritual y a reflexionar sobre su vida. Desde un punto de vista psicológico, este llamado funciona como un disparador cognitivo que interrumpe el flujo de pensamientos cotidianos y dirige la atención hacia la introspección y la autoevaluación. El sonido, que se asemeja a un lamento o un grito, tiene el poder de penetrar las defensas emocionales y mover a las personas a un nivel más profundo. Esto puede llevar a una catarsis emocional y a un sincero deseo de cambio personal.
2. Activación de la Respuesta de «Lucha o Huida»
El sonido fuerte, repentino y resonante del shofar activa una respuesta fisiológica en el cuerpo conocida como la respuesta de «lucha o huida». La ciencia ha documentado que sonidos de este tipo estimulan la amígdala y el hipotálamo, llevando a la liberación de hormonas como la adrenalina y la noradrenalina. Esto incrementa el ritmo cardíaco y agudiza los sentidos, poniéndonos en un estado de alerta. Sin embargo, en el contexto de la adoración, esta activación no se percibe como una amenaza, sino como un llamado espiritual. Este proceso puede generar una sensación de energía renovada y una perspectiva diferente, ayudando a las personas a ver el mundo y sus problemas de otra manera.
3. Conexión con la Identidad y la Comunidad
Para la tradición judía, el shofar es un poderoso símbolo de historia, memoria y pacto. Su sonido evoca recuerdos de eventos históricos, creando un fuerte sentido de conexión con el pasado y con la comunidad. Desde la psicología, este efecto se asocia con el concepto de identidad social. Al escuchar un sonido que ha sido compartido por generaciones, los individuos sienten un profundo sentido de pertenencia y de que son parte de algo mucho más grande que ellos mismos. Este sentimiento de comunidad y propósito compartido es un factor protector clave para la salud mental, ya que combate la soledad y el aislamiento.